Los nuevos dispositivos de lectura electrónica, tabletas o móviles siguen teniendo prohibida su presencia en la Feria. En cambio, este año la organización cede parte de su espacio para que una marca comercial vende calzado frente a las casetas de los libreros.
La Comisión Organizadora de la Feria del Libro de Madrid siempre ha sido reacia a la venta de dispositivos de lectura electrónica en las casetas de El Retiro. La respuesta al porqué es recurrente.
El gremio de libreros dice que si permitieran a las marcas tecnológicas vender eReaders, tabletas o móviles también tendrían que ceder espacio a papelerías, imprentas y resto de empresas vinculadas colateralmente al papel. Incluso el director general del Libro, Rogelio Blanco, mantiene la misma postura.
Sin embargo, este año, la comisión organizadora de la Feria del Libro sí ha concedido un espacio comercial a una marca de zapatos. Los lectores, que entran por el paseo de Coches de El Retiro, avanzan por la carpa cero y transitan entre los pabellones de actividades, ven entre las casetas de libros el expositor de la marca MBT.
Los empleados de la empresa de calzado venden su gama de productos entre el público lector. MBT es una compañía que quiere relacionar su marca con la cultura y, de hecho, organiza rutas literarias por El Retiro, además se actividades infantiles de contacuentos.
Contrasta la presencia de este sello de calzado, ajeno al mundo del libro, con el bloqueo que ejerce la Feria con las empresas de nuevas tecnologías de lectura electrónica.
Los libreros y editores que participan en la Feria del Libro de Madrid sí pueden, en cambio, vender ebooks –el contenido, no los dispositivos- desde sus casetas. Sólo unos pocos editores venden dicho contenidos digital a través de un ordenador para que los lectores compren online. Esta opción se permitió después de los cambios que realizó la Feria en sus estatutos hace unos años.
No en vano, dichos cambios estatutarios permiten vender ebooks en la Feria –sólo unos pocos lo hacen- siempre y cuando el editor o librero disponga de punto de venta físico que complemente su actividad de comercio electrónico. Es decir, las librerías nativas digitales o editoriales de autopublicación no tienen cabida en la Feria a menos que tengan local de venta. En cambio, este año, una empresa de zapatos, sí. Ha pagado por este espacio entre las grandes carpas de los pabellones de El Retiro.
El artículo 6, apartado iv.(Estatutos de la Feria del Libro de Madrid).- SUJETOS EXCLUIDOS: “Los libreros, editores, distribuidores y servicios de publicaciones de organismos oficiales e instituciones públicas que se dediquen únicamente a la venta, edición y distribución, respectivamente, de libros en edición digital publicados en Internet o mediante cualquier otro soporte distinto de la tradicional edición impresa en papel”.
El gremio de libreros dice que si permitieran a las marcas tecnológicas vender eReaders, tabletas o móviles también tendrían que ceder espacio a papelerías, imprentas y resto de empresas vinculadas colateralmente al papel. Incluso el director general del Libro, Rogelio Blanco, mantiene la misma postura.
Sin embargo, este año, la comisión organizadora de la Feria del Libro sí ha concedido un espacio comercial a una marca de zapatos. Los lectores, que entran por el paseo de Coches de El Retiro, avanzan por la carpa cero y transitan entre los pabellones de actividades, ven entre las casetas de libros el expositor de la marca MBT.
Los empleados de la empresa de calzado venden su gama de productos entre el público lector. MBT es una compañía que quiere relacionar su marca con la cultura y, de hecho, organiza rutas literarias por El Retiro, además se actividades infantiles de contacuentos.
Contrasta la presencia de este sello de calzado, ajeno al mundo del libro, con el bloqueo que ejerce la Feria con las empresas de nuevas tecnologías de lectura electrónica.
Los libreros y editores que participan en la Feria del Libro de Madrid sí pueden, en cambio, vender ebooks –el contenido, no los dispositivos- desde sus casetas. Sólo unos pocos editores venden dicho contenidos digital a través de un ordenador para que los lectores compren online. Esta opción se permitió después de los cambios que realizó la Feria en sus estatutos hace unos años.
No en vano, dichos cambios estatutarios permiten vender ebooks en la Feria –sólo unos pocos lo hacen- siempre y cuando el editor o librero disponga de punto de venta físico que complemente su actividad de comercio electrónico. Es decir, las librerías nativas digitales o editoriales de autopublicación no tienen cabida en la Feria a menos que tengan local de venta. En cambio, este año, una empresa de zapatos, sí. Ha pagado por este espacio entre las grandes carpas de los pabellones de El Retiro.
El artículo 6, apartado iv.(Estatutos de la Feria del Libro de Madrid).- SUJETOS EXCLUIDOS: “Los libreros, editores, distribuidores y servicios de publicaciones de organismos oficiales e instituciones públicas que se dediquen únicamente a la venta, edición y distribución, respectivamente, de libros en edición digital publicados en Internet o mediante cualquier otro soporte distinto de la tradicional edición impresa en papel”.
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