Seth Godin no deja indiferente a nadie, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta sus radicales opiniones acerca del sector editorial. Es escritor y bloguero, y también editor y experto en marketing, por lo que no habla por intuición, sino por experiencia. Su último proyecto editorial ha sido el recién clausurado (para sorpresa de muchos) Domino Project, gestionado en colaboración con Amazon
En la ultima entrevista que se le hizo, publicada en Digital Book World por Jeff Rivera, sus afirmaciones volvieron a levantar tantas ampollas como aplausos. En ella desmonta el papel de los agentes, profetiza el fin de la edición en papel, defiende el papel de las bibliotecas, augura despidos masivos y la avalancha de los autoedición, y niega que ganar dinero con sus obras sea un derecho per se de los escritores.
Juzguen si no por ustedes mismos.
Seth Godin habla sobre bibliotecas, agentes literarios y el futuro de la edición de libros como la conocemos.
Por
Jeff Rivera.
Traducción de
Miguel Antón
Rivera: Hace poco cerraste The Domino Project. Si pudieras arrancarlo de nuevo, ¿qué harías de forma distinta?
Godin: Nunca cierras un proyecto editorial, puesto que los libros siguen a la venta, y, con un poco de suerte, siguen estándolo para siempre. Hicimos doce libros, tuvimos doce superventas, llevamos una docena de ideas grandes a más de un millón de personas. No estoy seguro de que estuviera dispuesto a cambiar nada de eso.
La industria editorial atraviesa un cambio importantísimo, y el motivo de llamarlo «proyecto», en lugar de «respuesta», se debe a que se trata de un paso más en el trayecto de un viaje muy largo.
Rivera: Si The Domino Project no fue un fracaso, ¿qué te movió a «aparcarlo» y volcar tu atención en otros asuntos?
Godin: No era un proyecto al que quisiera dedicarle toda la vida. En el fondo soy escritor, no editor, y a medida que comprobé cómo cambia el consumo que hace la gente de los medios, llegué a la conclusión de que a mis autores les iría mejor si se relacionaban directamente con sus lectores, un servicio que yo no podía proporcionarles. Habíamos tenido éxito con doce de doce obras, pero para prometer ese mismo éxito a la siguiente hornada de autores tenía que pasar por este aro.
Rivera: Hace poco, Forrester informó de que preveía una caída drástica en 2012 en las ventas del libro impreso. ¿Qué aspecto crees que tendrá la industria editorial en cuestión de tres a cinco años?
Godin: Bueno, en general suelo estar en desacuerdo con Forrester en casi todo. Pero en este caso, incluso Gutenberg ve lo que está pasando, y eso que está muerto. En la industria editorial lo que hay que entender es que el vasto porcentaje de beneficios proviene de ventas de catñalogo de libros impresos. Cuando éstas desaparezcan (o se reduzcan drásticamente), la industria temblará sobre sus cimientos.
Creo que vamos a asistir a la consolidación, a los saldos, a los despidos y a muchas situaciones incómodas… No son buenas noticias, pero es lo que hay.
Rivera: ¿Cuándo crees que el negocio editorial será completamente irreconocible respecto al momento actual? ¿Qué aspecto crees que tendrá?
Godin: Los cuantiosos anticipos destinados a los autores que no figuren en lo alto de las listas de ventas será lo primero que desaparecerá. Segundo: toda la gente trabajadora de la cadena de producción del libro, porque la precariedad hará que cueste compensarles económicamente por el trabajo que realizan. En general, no obstante, creo que el libro impreso perderá poder para ser un factor influyente. Cuando cualquiera pueda publicar un ebook, todo el mundo lo hará.
Rivera: El papel de los agentes literarios ha cambiado en estos últimos años y sigue haciéndolo. ¿Qué pueden hacer ahora mismo los agentes literarios para seguir siendo parte de la ecuación, en lugar de perderse en la polvareda digital del ebook?
Yo empezaría redefiniendo a qué se dedica uno. No creo que el objetivo del agente consista en maximizar la cuantía del anticipo (y así era, como lo demuestran los propios comentarios de los agentes y cómo se ganaban la vida). Creo que en adelante el objetivo consiste en representar cada elemento del impacto que ejerce un autor en el mundo, incluyendo su *“valor permiso”, el modo en que construye su seguimiento, la estrategia para construirse la tribu.
*Se refiere al llamado Permission marketing o Marketing del permiso, concepto acuñado por el propio Godin. El activos de permiso o permission asset es simplemente una base de datos de marketing (puede ser una lista de correo, o de seguidores en Twitter o de suscriptores RSS) que te han dado su permiso para que dirijas a ellos tus acciones de marketing, con lo cual no hay spam, ni intromisión.
Rivera: La gente contempla tus logros, sin comprender a veces que no fue coser y cantar. ¿Qué tres pasos pueden dar los autores, sobre todo los autores independientes, para triunfar?
Godin: En mi primer año como autor recibí novecientas cartas de rechazo. Tardé un tiempo en comprender que no había atajos en el camino más corto, y sí un montón de rodeos, vueltas y puertos de montaña.
Lo que tengo claro de la economía de la conexión es que existen más oportunidades que antes de mostrarse generoso, de hacer de guía y de prescriptor. Si pasas uno, dos o cinco años haciéndolo en tu tiempo libre, sin esperar nada a cambio, tarde o temprano la gente empezará a querer más de ti, y entonces no podrás evitar que te compensen por ello.
Un autor que empieza hoy necesita establecer un plan, un nicho, convertirse en el mejor y, de forma incesante, con generosidad, regalarlo todo como un medio de encabezar y armar un buen jaleo promocional.
Eso lleva un tiempo, pero sigue siendo menos que esperar a que Binky Urban o Knopf llamen a tu puerta.
Rivera: Si dirigieses una de las 6 grandes compañías, ¿cuáles serían los tres primeros cambios que harías para optimizar su impacto y las ventas?
Godin: No estoy seguro de que exista una estrategia obvia a corto plazo capaz de contentar a los accionistas. Creo que la perversa verdad nos dice que la mejor ruta resultará muy dolorosa al principio, pero muy beneficiosa al final.
A mi modo de ver eso supone un esfuerzo incesante para construir una relación de permiso con los lectores (consulte lo que dice Tim O’Reilly al respecto de esto). Y saber que los sucesos y otras transacciones ajenas al libro pueden tener un fuerte impacto (consulte también a Thomas Nelson y la conferencia TED, para obtener un ejemplo de esto).
Rivera: Muchos autores escuchan tu mensaje respecto a poner sus libros a disposición del público gratuitamente, o a concentrarse en extender su mensaje, mientras se preguntan: «Tengo que pagar el alquiler, ¿cómo puedo convertir todo eso en dinero?»
Godin: ¿Quién ha dicho que tienes derecho a ganar dinero escribiendo? He dado cientos de charlas antes cobrar por escribir una. He escrito gratis más de cuatro mil entradas de blogs.
A menudo los poetas no ven un céntimo, a pesar de lo cual la poesía no escasea. El futuro va a estar repleto de aficionados, y los persistentes, los que de verdad tengan talento, se ganarán bien la vida. Pero los tiempos de los escritores de oficio que cobraban un buen sueldo escribiendo son cosa del pasado.
Rivera: Si los escritores no deberían presumir de ser capaces de ganar dinero directamente con la venta de sus libros, ¿qué otras oportunidades indirectas tienen para no acabar sirviendo hamburguesas?
Godin: Depende de lo que escribas. Seguro que The Grateful Dead no puede depender de las ventas de sus discos compactos.
¿Eres chef? ¿Das conferencias? Si eres escritor de novelas de misterio, ¿encontrarías 1.000 fans dispuestos a pagar cien dólares por cabeza para que escribas una novela por entregas para ellos?
No atañe al mercado decir a sus autores cómo monetizar su trabajo. Al mercado no le importa. Si no hay escasez de oferta, costará sacar provecho del producto.
Rivera: Algunos editores han cerrado el grifo del préstamo de ebooks por parte de las bibliotecas. ¿Crees que se trata de una decisión acertada, y, en caso contrario, cómo crees que podría llegar a convertirse en una situación beneficiosa para todas las partes?
Godin: Menuda bobada. Las bibliotecas son para los libros como la radio. No puede esperarse sacar provecho de ellas, pero son un extraordinario medio de difusión. No creo que puedas encontrar un solo escritor que haya salido perjudicado por el hecho de que mucha gente tomase prestado su libro en la biblioteca.
Hay que modificar la distribución de los ebooks en las bibliotecas, no anularla por completo.
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