Según datos de Nielsen, tomados de las más significativas librerías de España, en 2010 se vendieron un 10,4% menos de libros, o para ser más correcto, la facturación de las editoriales descendió en esa cifra.
El comportamiento por empresas fue desigual: Así mientras Planeta, la primera del sector, vio como sus ventas descendían un 14,4%, Ediciones B lo hacía un 13,6%, Santillana un 16,5%, Salamandra un 31,9%, Anaya el 9,4% y Anagrama un 18,5%.
En sentido contrario, aumentaron sus ventas de forma significativa, la editora de Unidad Editorial: La Esfera que facturó un 40,3% más, RBA el 12,7%, Random House-Mondadori apenas incrementó un 0,2% y Rocaeditorial lo hizo un 29,9%, ésta última se ha colocado en 2010 en la 13ª empresa del sector por tamaño de facturación.
Es cierto, que detrás de cada editora existen nombres y apellidos de los “culpables” de las menores y mayores ventas. Estos son los diferentes libros que han estado en el candelero. En el caso de Planeta, la ausencia de la trilogía de Larson, que tanta gloria le dio en 2009, es una de las explicaciones de la caída de ingresos, o en Santillana el ligero desinfle de Stephanie Meyer y su saga de amantes vampiros...
Los triunfantes del mercado han sido, entre otros, María La Brava y Los ojos amarillos de los cocodrilos de La Esfera y Sé lo que estás pensando y La evolución de Calpurnia Tate por parte de Rocaeditorialk, las novelas que han empujado fuertemente sus ventas.
Si tenemos la tentación de hacerlo, diríamos que sí se leen más libros, pero se compran menos. Es que la red de bibliotecas españolas funciona de maravilla, que los préstamos entre colegas se disparan ante la crisis, o lo peor, que la piratería está haciendo mella en las cuentas de los editores y, sin embargo nos hace más cultos. Tremenda paradoja.
La misma encuesta muestra que han incrementado más de un 3% los lectores de diarios, mientras los editores de prensa reconocen un descenso del 7% de los compradores. En el caso de los periódicos nadie los piratea. Están gratis en internet y, eso también les hace daño a los editores, por el momento.
Fuente: Xornal de Galicia
El comportamiento por empresas fue desigual: Así mientras Planeta, la primera del sector, vio como sus ventas descendían un 14,4%, Ediciones B lo hacía un 13,6%, Santillana un 16,5%, Salamandra un 31,9%, Anaya el 9,4% y Anagrama un 18,5%.
En sentido contrario, aumentaron sus ventas de forma significativa, la editora de Unidad Editorial: La Esfera que facturó un 40,3% más, RBA el 12,7%, Random House-Mondadori apenas incrementó un 0,2% y Rocaeditorial lo hizo un 29,9%, ésta última se ha colocado en 2010 en la 13ª empresa del sector por tamaño de facturación.
Es cierto, que detrás de cada editora existen nombres y apellidos de los “culpables” de las menores y mayores ventas. Estos son los diferentes libros que han estado en el candelero. En el caso de Planeta, la ausencia de la trilogía de Larson, que tanta gloria le dio en 2009, es una de las explicaciones de la caída de ingresos, o en Santillana el ligero desinfle de Stephanie Meyer y su saga de amantes vampiros...
Los triunfantes del mercado han sido, entre otros, María La Brava y Los ojos amarillos de los cocodrilos de La Esfera y Sé lo que estás pensando y La evolución de Calpurnia Tate por parte de Rocaeditorialk, las novelas que han empujado fuertemente sus ventas.
Al tiempo de conocer estos datos de Nielsen, la Federación de gremios de editores de España ha publicado la encuesta sobre Hábitos de lectura y compra de libros en 2010, según la cual el 60% de la población española, mayor de 14 años, leen libros. El 64% son mujeres frente al 56% de los hombres. Conforme sube la edad de los entrevistados, baja el nivel de lectura y solo el 5,3% declaran leer a través del libro electrónico.
No se puede, más bien no se debe, comparar una encuesta en la que se constata que el índice de lectura de libros ha aumentado más de un 5%, con los datos recabados de las ventas reales de las librerías en que el número de compradores ha descendido en 2010 un 10%.Si tenemos la tentación de hacerlo, diríamos que sí se leen más libros, pero se compran menos. Es que la red de bibliotecas españolas funciona de maravilla, que los préstamos entre colegas se disparan ante la crisis, o lo peor, que la piratería está haciendo mella en las cuentas de los editores y, sin embargo nos hace más cultos. Tremenda paradoja.
La misma encuesta muestra que han incrementado más de un 3% los lectores de diarios, mientras los editores de prensa reconocen un descenso del 7% de los compradores. En el caso de los periódicos nadie los piratea. Están gratis en internet y, eso también les hace daño a los editores, por el momento.
Fuente: Xornal de Galicia
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