Tras las Navidades se sabrán las cifras de ventas de e-readers (lectores de libros electrónicos) y si esta nueva forma de leer gana adeptos en un mercado aún copado por el libro tradicional. Este formato innovador despierta muchas incógnitas de adquisición y uso, pero Biblioteques de Barcelona apuesta por él y apadrina la segunda edición de un club de lectura de e-books (libros electrónicos), pionero en Catalunya.
Ninguno de ellos renunciará al papelLa Biblioteca Sagrada Família acoge hasta el 12 de enero esta experiencia inédita que comenzó el pasado 13 de octubre y que se ha organizado en torno a reuniones mensuales de lectores a los que se les cede un e-reader. Se han escogido tres libros de diferentes géneros para leer y comentar: Casa de Misericordia, de Joan Margarit, de poesía; El secret de Christine Falls, de Benjamín Black, una novela negra, y L’home és un gran faisà en el món, de Hertha Müller, Premio Nobel de Literatura.
Los 15 participantes han formado parte anteriormente de otros clubs de lectura clásicos y son conducidos a esta nueva experiencia lectora por parte del crítico literario y periodista cultural Antonio Lozano. El conductor valora que esta actividad está recibiendo "una respuesta muy entusiasta" de los participantes, personas en la franja de los 30 a los 60 años. Pero "ninguno de ellos renunciará al papel", comenta.
Se sienten "especiales" al verse observados si usan el e-reader en públicoEntre los adjetivos que utiliza el grupo para definir este nuevo hábito lector aparecen cómodo, porque les permite guardar en el dispositivo toda su biblioteca y llevársela de viaje sin ocupar espacio en la maleta; ligero en peso y luminoso por la claridad de letra que les aporta la pantalla de tinta electrónica, sobre todo, en la calle. También valoran, según Lozano, el hecho de poder aumentar el tamaño de la letra para una mejor lectura y el sentirse "especiales" al verse observados si usan el e-reader en público.
El alto coste ‘on line’
Otro de los hábitos que estos lectores de laboratorio están aprendiendo con el uso es "borrar del lector los libros que no quieren conservar" sin verse obligados a regalarlos o donarlos como pasa con el papel.
Los lectores no dedicaron más tiempo a la lectura de un e-book que a la de un libro en papelEl grupo debate tanto sobre literatura como sobre el innovador soporte. Y entre las dudas que les asaltan se halla el precio de los libros que se pueden adquirir en las plataformas on line, que "difieren muy poco", recuerda Lozano, de los de las librerías, a pesar del ahorro de costes. Para el conductor del grupo, hablar de libros es, mayoritariamente, una excusa entre los participantes "para hablar de sus vidas".
El cuestionario que Biblioteques pasó al primer grupo de este club pionero arrojó conclusiones como que los lectores no dedicaron más tiempo a la lectura de un e-book o libro electrónico que a la de un libro en papel. Sí que se abrieron a más espacios o situaciones de lectura con el nuevo soporte, como lugares en tránsito o incluso caminando. Biblioteques se plantea en un futuro el préstamo de e-books, pero no de e-readers. El soporte lo tendrá que aportar el usuario.
Fuente: 20 Minutos
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