Los libreros se quejan de la escasa diferencia con el papel
El sector editorial se desayunó esta semana con una mala noticia: entre enero y junio de este año el porcentaje de libros descargados sin pagar llegó al 35,1%, un 25,4% más que en el segundo semestre de 2009. Los datos procedían de un informe presentado por La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos y dirigido por Rafael Achaerandio, quien también ofreció una explicación a este aumento: "Hay una relación directa entre las tabletas y la piratería".
Junto a este argumento se han alineado rápidamente los grandes y medianos grupos editoriales, como Mondadori, Planeta o Roca Editorial, todos ellos dentro de la gran distribuidora Libranda. Cuenta también con el respaldo de la Federación del Gremio de Editores de España, ya que, como manifiesta a este periódico su director ejecutivo, Antonio María Ávila, es evidente que "ante la posible venta de ereaders para los próximos meses, los piratas han empezado a digitalizar masivamente. Nosotros ya tenemos contabilizadas 12 páginas web que ofrecen contenido ilegal".
No obstante, parece que también hay otras razones que llevan a la descarga gratuita. Como apostilla Fernando Valverde, presidente de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), que aglutina a 1.600 librerías de toda España,"en estos momentos hay muy pocos libros digitalizados, y los que hay tienen un precio que apenas se diferencia del papel. Esto también fomenta la piratería". Es decir, contenido legal escaso y, además, caro.
Valverde no es el único que cree que la política de precios es errónea. Pepo Paz, editor de Bartleby, reconoce que el usuario no se ve compensado con los precios que encuentra en el ebook legal: "Es una estrategia totalmente equivocada, ya que nadie va a pensar que si un libro le cuesta diez euros en la librería y cinco en digital, lo comprará en digital. Irá a buscarlo gratis".
Los escritores también se muestran confusos con cómo se está comportando la industria con el ebook. "Creo que no lo están haciendo nada bien. No es lo suficientemente barato. La industria debería revisar el concepto, porque está tratando al libro digital como el analógico", avisa el autor Suso de Toro.
Hacia el coste adecuado
Cuando en julio se lanzó el proyecto de Libranda la gran distribuidora online en la que ya se encuentran 17 editoriales hubo un gran debate en torno al precio del ebook. Expertos en el comercio digital como Javier Celaya argumentaban que debería estar en torno al 50% menos que en papel. La realidad hoy es que el diferencial apenas es del 30%. "Uno de los grandes problemas es de índole cultural, y es pensar que lo intangible no cuesta. Aun así, es cierto que habrá que encontrar un precio adecuado, y ahora todos los editores están pensando en cuál puede ser", defiende la directora general de Libranda, Arantza Larrauri.
Las cavilaciones, sin embargo, no parecen ser arduas. La manager digital del grupo Mondadori, Carmen Ospina, estima que en estos momentos el precio de La caída de los gigantes, de Ken Follett es bastante competitivo en su formato ebook, a pesar de que cueste 17 euros. Es más, según ella, el problema no tiene que ver con los números: "Un usuario que está acostumbrado a consumir libros piratas nunca va a pagar mucho por un libro digital", asegura.
Otros editores explican el alto precio por la fuerza impositiva del IVA del libro electrónico, que en la actualidad es del 18%, 14 puntos más que el libro en papel. Es el caso de Blanca Rosa Roca, de Roca Editorial, quien reconoce que es "una barbaridad, que al final se deja notar en el precio final". En este sentido, los editores ya han hecho llegar una carta al Ministerio de Cultura para que exija en la Unión Europea que el ebook tenga el mismo IVA que el libro en papel, ya que "al final es un precio que echa para atrás al usuario", sostiene Ávila, de la federación de editores FGEE.
En cuanto a los contenidos, en estos momentos, hay 1.800 títulos en Libranda. Larrauri sostiene que para diciembre se habrá llegado a los 4.000.
Agentes literarios
Para que un título llegue a la red de forma legal, las editoriales deben negociar con los agentes literarios, que son los que manejan los derechos de autor. Y hay agentes, como la veterana Carmen Ballcells, que no los negocia. De ahí que hoy no se pueda encontrar en la red El sueño del celta, el último libro de Mario Vargas Llosa, editado en papel por Alfaguara.
"Las editoriales no tenemos los derechos digitales de libros que están funcionando muy bien en papel, pero existen ediciones piratas de estos libros en la red. Es imposible competir contra eso", se explica Carmen Ospina.
La piratería aumenta, según las cifras, pero no por las tabletas. Aun así, el sector reconoce que en ventas en papel, las descargas gratuitas no han hecho ningún daño. "En ficción, el ebook todavía es algo marginal. Las librerías no vendemos menos por el libro electrónico, sino por la crisis", zanja Fernando Valverde.
Público
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